Las esperadas notas, al fin.
Esta semana hemos visto los resultados del examen. No me he
sorprendido muchísimo con los resultados, pues estaba avisado por la tutora y
el resto de profesores sobre el grupo B y su bajo rendimiento. Aun así, estoy
contento porque ha ido un poco mejor de lo esperado. Ha aprobado la mitad de la
clase, y los que han aprobado en general ha sido con una buena calificación.
Algunos suspensos en el último examen han conseguido aprobar este, y muchos se
han quedado muy, muy cerca de aprobar si hubiesen estudiado un poco más.
Creo que la evaluación supone un momento decisivo en la
motivación del alumno y su actitud general respecto a la asignatura (aunque a
todos nos gustaría que no fuese así), de modo que me he asegurado de motivar a
los suspensos y recordarles que con un poco más de esfuerzo habrían aprobado
fácilmente. Les he dejado claro que todos tienen mucho potencial y que pueden
sacar la nota que quieran, pero hay que trabajar e ir poco a poco, sin
etiquetas del tipo “se me da mal el inglés”. También he felicitado a los
sobresalientes de la clase, por supuesto. Los alumnos son muy buena gente, y
nadie se ha quejado realmente.
Me han entregado las redacciones sobre los campos de adolescentes,
con buenos resultados. A mitad de esta semana ya les tocaba volver a dar clase
con Inmaculada, cosa que se me ha hecho bastante rara al principio. He
aprovechado para ayudar en lo posible y cubrir a la tutora (que por razones
médicas no ha podido asistir) con el grupo de segundo de Bachiller B, clase que
he disfrutado mucho (hemos hecho debate sobre viajes de estudios y el papel de
la fiesta y el alcohol en los jóvenes).
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