lunes, 23 de marzo de 2015

Séptima semana


Las esperadas notas, al fin.

Esta semana hemos visto los resultados del examen. No me he sorprendido muchísimo con los resultados, pues estaba avisado por la tutora y el resto de profesores sobre el grupo B y su bajo rendimiento. Aun así, estoy contento porque ha ido un poco mejor de lo esperado. Ha aprobado la mitad de la clase, y los que han aprobado en general ha sido con una buena calificación. Algunos suspensos en el último examen han conseguido aprobar este, y muchos se han quedado muy, muy cerca de aprobar si hubiesen estudiado un poco más.

Creo que la evaluación supone un momento decisivo en la motivación del alumno y su actitud general respecto a la asignatura (aunque a todos nos gustaría que no fuese así), de modo que me he asegurado de motivar a los suspensos y recordarles que con un poco más de esfuerzo habrían aprobado fácilmente. Les he dejado claro que todos tienen mucho potencial y que pueden sacar la nota que quieran, pero hay que trabajar e ir poco a poco, sin etiquetas del tipo “se me da mal el inglés”. También he felicitado a los sobresalientes de la clase, por supuesto. Los alumnos son muy buena gente, y nadie se ha quejado realmente.


Me han entregado las redacciones sobre los campos de adolescentes, con buenos resultados. A mitad de esta semana ya les tocaba volver a dar clase con Inmaculada, cosa que se me ha hecho bastante rara al principio. He aprovechado para ayudar en lo posible y cubrir a la tutora (que por razones médicas no ha podido asistir) con el grupo de segundo de Bachiller B, clase que he disfrutado mucho (hemos hecho debate sobre viajes de estudios y el papel de la fiesta y el alcohol en los jóvenes). 

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